Bruno Latour, el tejedor de redes
Elsa Gabriela Rodríguez y Diego Griffon
La mañana del 9 de octubre, nos sorprendió con la triste noticia de la muerte de Bruno Latour (Beaune, 1947 - París, 2022). El intelectual francés más importante de inicios del siglo 21, deja un inmenso legado que abarca aportes fundamentales en filosofía, sociología y antropología. Con su excéntrica manera de estudiar y repensar el mundo, cuestionó implacablemente los dualismos propios del pensamiento moderno, instándonos a disolver las fronteras artificiales que la modernidad impone entre naturaleza y sociedad.
Los no-humanos también actúan
Bruno Latour abandonó las concepciones antagónicas y jerárquicas entre humanos y no-humanos, incorporando de esta manera a las entidades no humanas en la teoría social. Para ello, supo hilar con bases sólidas (lejos de cualquier postura romántica o esencialista) una teoría (llamada del Actor-Red) y una metodología (Cartografía de Controversias) que reconoce y rastrea la capacidad de agencia de las entidades no-humanas. Con Latour, lo social se convierte en un entramado de relaciones entre humanos-no humanos. Esta mirada irreverente, sentó las bases para un estudio de los fenómenos de una forma radicalmente diferente, particularmente pertinente en los tiempos de crisis que vivimos.
Gaia
Latour no se mantuvo ajeno al debate sobre el cambio climático y la crisis ecológica, sus últimas obras estuvieron dedicadas a la reflexión sobre estos temas. En ellas plantea ¿qué significa ser moralmente responsables en el Antropoceno, cuando la Tierra es modelada por nosotros? Para abordar esta pregunta incorporó en su análisis la Teoría de Gaia, reconociendo a Gaia como un entramado de entidades y relaciones, que nos abarca, sin que los humanos estemos plenamente conscientes de esto. Esta peligrosa ignorancia, fruto de las falsas divisiones entre lo social y natural, son en última instancia las responsables de los problemas ambientales actuales. Por lo tanto, la puerta de salida de la crisis se encuentra en hacernos conscientes de esta situación y de las responsabilidades que implica.
Legado
La obra de Latour es numerosa y profunda, a veces difícil de seguir, pero sin lugar a dudas relevante. Incluye múltiples temas y abordajes, siempre innovadores y a veces no valorados en su justa dimensión. En este sentido, creemos que es realmente necesario que las ciencias biológicas aprovechen las gigantescas oportunidades que el marco teórico de Latour brinda y que las Sus libros nos presentan mundos extraños, aunque familiares, con abordajes innovadores y emocionantes.ciencias sociales le abran definitivamente las puertas principales de sus facultades. Nada que podamos decir le hace realmente justicia, tal vez la mejor forma de terminar este homenaje sea con la voz del entrañable maestro:
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