sábado, 22 de octubre de 2016

Harta milpa

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Desmesurada, extravagante, excesiva, barroca; así se percibe la milpa desde el clasicismo simplón de un monocultivo que ve confusión donde hay complejidad. En un sentido más profundo, la milpa es barroca por cuanto sus partes, aun si heterogéneas, son inseparables del todo. Lo es también porque, como el paradigma estético del que viene el concepto, la milpa no es uniforme sino que adopta modalidades distintas según los lugares y los tiempos. Y como el barroco latinoamericano, la milpa es sincrética, contaminada, híbrida, un agrosistema mestizo al que se fueron incorporando especies y prácticas agrícolas de diferentes orígenes. No es casual que nuestro barroco haya florecido en Mesoamérica y en los Andes, regiones que fueron cuna de dos grandes culturas milperas.


- Armando Bartra

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