Hace veinticinco años, estaba sentado debajo de un árbol con un pequeño grupo de campesinos, en la seca Meseta Central de México, mientras compartíamos nuestros pensamientos durante el receso de un taller sobre conservación de suelos. El taller, como otros anteriores, abordó los apremiantes problemas de la erosión de la tierra, la sequía y el bajo precio de la cosecha.
A diferencia de otros cursos, este no era facilitado por extensionistas profesionales, sino por campesinos para otros campesinos. Los profesores campesinos eran visitantes indígenas de Guatemala, quienes utilizaban sus bellos trajes típicos Maya Kaqchikeles, tejidos y bordados a mano. Hablando lentamente, con un español entrecortado, se repetían a sí mismos frecuentemente, mientras hundían sus manos entre la tierra grumosa. Cuidadosamente revisaron las raíces, observaron los niveles y contaron los insectos. Algunas veces, desenfundaron sus machetes de su cincho y dibujaron figuras sobre la tierra para ilustrar sus palabras. Su trato era cálido y sencillo, su curiosidad contagiosa.
Estos profesores eran muy diferentes de los extensionistas gubernamentales que conocía, quienes daban clases formales en salones, leían libros codiciados y usaban palabras técnicas incomprensibles para enseñar sobre la agricultura moderna. Sin embargo, en la mente de los campesinos mexicanos, las escuelas son para aprender y los campos para trabajar. Ellos se mantenían escépticos en cuanto a la sabiduría de esos extraños, no obstante familiares, forasteros cercanos… y yo estaba nervioso.
(Eric Holt-Giménez, 2008)
Introducción
Los proyectos convencionales de desarrollo rural en Latinoamérica se han caracterizado por tener un muy limitado éxito. Esto se ha debido, entre muchas otras causas, a que estos proyectos han estado orientados a la trasferencia de tecnologías no apropiables bajo esquemas invasivos que desconocen la racionalidad y conocimientos del campesino.
Este fracaso ha impulsado en Latinoamérica la aparición de alternativas a los esquemas tradicionales de trasferencia de tecnología, una de estas alternativas ha demostrado ser particularmente exitosa, la metodología de Campesino a Campesino.
En buena parte el éxito de la metodología se debe a que se fundamenta en el estímulo de prácticas agroecológicas sencillas, que no son culturalmente invasivas; sin embargo, éxito real de Campesino a Campesino se debe a que en esta metodología el proceso de trasferencia es llevado a cabo por los propios campesinos.
El Movimiento Campesino a Campesino a lo largo de treinta años de existencia, ha llevado a cabo grandes esfuerzos para mejorar la vida de los pequeños agricultores y los ambientes rurales. Esto se a realizado a través del desarrollo de una agricultura sustentable dirigida por campesinos (Holt Giménez, 2008).
En este post esbozaremos los fundamentos y características generales de esta exitosa metodología, para realizar esto nos basaremos en la reproducción de extractos de dos libros que abordan el tema de una manera muy didáctica:
PIDAASSA. 2006. Construyendo procesos De Campesino a Campesino. Espigas. http://volensamerica.org/IMG/pdf/DeCampesinoaCampesino.pdf
Holt-Giménez, E. 2008. Campesino a campesino: Voces de Latinoamérica Movimiento Campesino para la Agricultura Sustentable. SIMAS. http://www.simas.org.ni/files/cidoc/CaC-mov%20centroamerica.pdf
Historia de la metodología de Campesino a Campesino La metodología de Campesino a Campesino, es en ultima instancia una estrategia para promover el desarrollo de la agricultura sustentable. La agricultura sustentable representa una respuesta a las deficiencias sociales y ambientales que trajo consigo modernización agrícola. Surgió en Centro America cuando las estrategias del desarrollo agrícola de la Revolución Verde, de los años 60 y 70, fracasaron para resolver los problemas de pobreza rural (Holt Giménez, 2008). Para aquel entonces ONG internacionales introdujeron en Mesoamérica, proyectos comunitarios para desarrollar la agricultura sustentable (Holt Giménez, 2008).
Trabajando de manera empírica, los promotores e innovadores de la agricultura sustentable produjeron una diversidad de prácticas, uniendo prácticas tradicionales y otras destinadas a disminuir los riesgos, mezclaron prácticas modernas y técnicas alternativas, todas diseñadas para aumentar la productividad y fortalecer la resiliencia agroecológica (Holt Giménez, 2008).
Compartiendo su conocimiento e información, los pequeños agricultores trabajaron con redes informales de intercambio de tipo Campesino a Campesino. Gradualmente, ellos fueron transformando un simple conjunto de técnicas “sustentables” en una compleja escuela de agricultura agroecológica (Holt Giménez, 2008).
Gran parte, si no la mayoría, de la agricultura sustentable que existe actualmente empezó a ser desarrollada por campesinos cuyos agroecosistemas habían sufrido profundos deterioros ambientales y cuyas cosechas habían decaído drásticamente, después de haber adoptado las técnicas convencionales de la Revolución Verde (Holt Giménez, 2008).
El primer taller de Campesino a Campesino, tubo lugar en la Nicaragua revolucionaria, en plena guerra civil. Los agricultores inventaron el término “Campesino a Campesino”, para describirse a sí mismos como un movimiento de pequeños agricultores promoviendo la agricultura sustentable (Holt Giménez, 2008).
Posteriormente fue introducida en Cuba la metodología de Campesino a Campesino, donde fue adoptado por la Asociación Nacional de Productores (ANAP), durante el “período especial”, cuando el país inició su profunda transformación hacia la agricultura sustentable (Holt Giménez, 2008)
El Movimiento de Campesino a Campesino resiste a la mercantilización que degrada la ecología y destruye el bienestar social, la tierra, el agua y la diversidad genética, y asegura los derechos de los pequeños agricultores para determinar una posibilidad más equitativa y sustentable para el desarrollo agrícola (Holt Giménez, 2008).
Las experiencias del movimiento de Campesino a Campesino visibilizan décadas de luchas de resistencia campesina ante el proyecto del Primer Mundo para “desarrollar” al Tercer Mundo (Holt Giménez, 2008).
El desarrollo de la agricultura sustentable se lleva a cabo principalmente a nivel de proyectos de desarrollo en poblados rurales, asociados a través de redes informales de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y por organizaciones con base en las comunidades (Holt Giménez, 2008).
Las vanguardias en el desarrollo de la agricultura sustentable no se encuentran en las sedes de investigación, ni en las oficinas con aire acondicionado de los expertos en alimentación y agricultura del mundo. Tampoco se encuentran en las fincas mecanizadas con riego, ni en las plantaciones corporativas que ocupan los ricos valles y las tierras bajas de la región. A ellos los encuentran frente a una yunta de bueyes, con azadones y machetes en manos… son cientos de miles de campesinos innovadores, pobres agricultores que trabajan las frágiles y secas laderas de las montañas y perímetros remotos de la frontera agrícola (Holt Giménez, 2008).
Sobre la metodología de campesino a campesino
En muchas organizaciones de desarrollo se ha escuchado hablar sobre la importancia de fomentar el protagonismo de campesinas y campesinos e indígenas en sus procesos de desarrollo. Con este fin, en el sector rural se han propuesto distintas estrategias de trabajo participativas que apuntan a lograr un mayor empoderamiento de la población que se expresa en varios aspectos: poder personal, elección propia, vida digna en concordancia con los propios valores, capacidad de luchar por los derechos, toma de decisiones y, en general, una expansión de las capacidades de la población para participar en la mejora de su calidad de vida (PIDAASSA, 2006).
La metodología de Campesino a Campesino no es ajena a este concepto, se trata de una herramienta participativa sencilla, que permite que la mayor parte de las actividades sea dominada y manejada por campesinas y campesinos. Esta metodología se adapta muy bien a la promoción de la agricultura sostenible, que es una propuesta de innovación y desarrollo agrícola dirigida a unidades familiares de escasos recursos; es decir, familias campesinas que viven y producen en ambientes desfavorables para la agricultura, a menudo en áreas aisladas y sin acceso a mercados para comprar mercancías e insumos agrícolas y vender los productos que no se consumen en casa (PIDAASSA, 2006).
La metodología de Campesino a Campesino es una forma participativa de promoción y mejoramiento de los sistemas productivos campesinos, partiendo del principio de que la participación y el empoderamiento son elementos intrínsecos en el desarrollo sostenible, que se centra en la iniciativa propia y el protagonismo de campesinas y campesinos (PIDAASSA, 2006).
La metodología de Campesino a Campesino surge de una necesidad cultural de campesinos, campesinas e indígenas y no abarca únicamente los planos tecnológico, metodológico o político, sino que busca pasar a otras etapas de desarrollo con el fin de difundir la agricultura sostenible a mayor escala, considerando su dimensión social, económica, cultural y política, potenciando los lazos de solidaridad y reciprocidad de los campesinos, y rescatando los conocimientos y la cultura local (PIDAASSA, 2006).
Limitaciones de los procesos de extensión agraria tradicional (PIDAASSA, 2006)
Los modelos de extensión tradicional promovidos por la revolución verde tienen grandes limitaciones:
- Su desentendimiento de la cultura y los conocimientos indígenas.
- Su falta de orientación hacia las necesidades de productores y productoras.
- Su falta de perspectiva de género
- Su orientación capitalista y comercial basada en la ganancia
La extensión tradicional se define de forma lineal como el vínculo principal entre la investigación científica, por un lado, y los productores agrícolas, por el otro. Tiene un enfoque de transferencia de conocimientos científicos, únicamente. En muchos casos se ha llegado al extremo de despreciar el aporte de los mismos productores, con el consiguiente despilfarro de recursos. Además, la función de la extensión ha sido transferir lo que los agrónomos o técnicos aprendían en la universidad hacia el mundo campesino, aunque el agrónomo podía aprender muchísimo de las experiencias de los pequeños productores.
Tradicionalmente, la extensión se ha dirigido sólo a la producción, con agrónomos netamente técnicos, sin mayor preocupación por las dimensiones social, económica, ecológica y cultural, elementos claves en una propuesta de desarrollo sostenible.
Otro de los problemas más graves de la extensión tradicional ha sido su obsesión por una oferta tecnológica determinada, pues los contenidos técnicos de los programas no se han definido a partir de las necesidades sentidas de los productores sino mas bien a partir de una oferta que, según los técnicos, era adecuada para la estrategia de desarrollo agropecuaria adoptada. Luego, con bastante rigidez, se ejecutan los programas, descalificando a los productores que no quieren adoptar el paquete entero como “resistentes al cambio”.
De otro lado, la forma de intervención del modelo clásico de extensionismo rural ha estado administrada y realizada principalmente para los hombres. En este modelo la mujer sólo estaba considerada dentro de su rol reproductivo, por tanto todas las acciones estaban dirigidas a fortalecer el papel de los hombres.
Por último, el problema de fondo que caracteriza la extensión tradicional es un fuerte paternalismo. De alguna manera, los extensionistas han sido educados para creer que ellos son las fuentes del verdadero conocimiento agrícola y que, por lo tanto, tenían que guiar y dirigir a campesinos hacia objetivos y métodos que éstos no eran capaces de entender. En lugar de actuar como facilitadotes o facilitadoras de procesos de desarrollo, los profesionales extensionistas se han considerado maestros de un ignorante. Esto no sólo ha inhibido el proceso de aprendizaje de productores y productoras, sino también el de extensionistas.
Esta forma de trabajo no ha permitido establecer la comunicación entre extensionistas y productoras o productores, ni a identificar los problemas que realmente afectan la producción campesina. Una metodología alternativa, que fomenta la participación y la toma de decisiones de mujeres y hombres de campo en el proceso de innovación y desarrollo agrícola, es la que propone de Campesino a Campesino.
Las familias campesinas responsables son protagonistas de este proceso, y quieren transformar su agricultura según los principios ecológicos y de sostenibilidad. Para ello, siguen una vía propia de experimentación en su propia parcela y anhelan transmitir y compartir con otros campesinos y campesinas sus experiencias positivas (y también negativas) y conocimientos, mediante un intercambio permanente, que contribuyen al fortalecimiento de su autoestima e identidad campesina y que aporta y forja una nueva valoración y orgullo campesino. Son los verdaderos protagonistas de la agricultura sostenible.
El intercambio se produce de persona a persona, aunque con frecuencia se organiza en forma de grupos que visitan a las parcelas de personas con años de experiencia en agricultura sostenible y, de este modo, realizan un intercambio directo y concreto que propicia cambios efectivos y adquisición de conocimientos.
La metodología de Campesino a Campesino, por lo tanto, es un proceso de autoayuda participativo, innovador, creativo, experimental y comunicativo, que permite buscar de manera recíproca y colectiva cómo afianzar la sostenibilidad del desarrollo rural en la propia parcela, aldea o cooperativa, e incluso abordar por esta vía tareas sociales, políticas y culturales.
Principios de la metodología (PIDAASSA, 2006)
- Parte de las necesidades sentidas
La metodología de Campesino a Campesino se inicia a partir de un acercamiento a la comunidad, cuyo objetivo es realizar un diagnóstico participativo que permita conocer los problemas y necesidades sentidos por campesinas y campesinos; no los observados por los técnicos.
- Trabaja con la propia capacidad y recursos locales
Las alternativas o soluciones a los problemas identificados se basan fundamentalmente en los recursos locales existentes en la zona, con el fin de disminuir la dependencia hacia los recursos externos. Esto garantizará su sostenibilidad y su replicabilidad en otras familias de la comunidad.
- Lo sencillo primero, lo complejo después
La metodología de Campesino a Campesino busca aplicar una técnica o solución partiendo del principio de su sencillez, para que pueda ser replicada por otros campesinos. Después de lograr resultados concretos, se pueden ir probando técnicas más complejas.
- Avanza paso a paso de manera gradual
Este principio clave consiste en entender que la apropiación de la propuesta de agricultura sostenible es un proceso ordenado y secuencial que permite una mayor participación de la población campesina, adecuándose a los requerimientos de cada comunidad y buscando flexibilidad en los tiempos que requiere cada paso.
- Experimenta en pequeño lo conocido y aprendido
Asimismo, es clave que las familias campesinas experimenten en pequeño lo conocido y aprendido, pues eso permite ampliar el conocimiento y luego aplicarlo en toda la parcela, para evitar riesgos. “La experimentación es otro de los elementos de ‘aprender haciendo’, pero también permite la innovación y la autoafirmación, y refuerza la autoestima y el entusiasmo”, lo que genera un ambiente positivo frente a una actitud positiva.
- Rescata y valora los conocimientos y la cultura local
La metodología de Campesino a Campesino rescata y valora los conocimientos y la cultura, utilizando el lenguaje y el idioma locales a partir del principio de desarrollo “aprender haciendo, no aprender estudiando”.
- Se centra en la persona y no en lo técnico
Con la metodología de Campesino a Campesino se busca mejorar las condiciones de vida de las familias, difundiendo la agricultura sostenible. Asimismo, pretende fortalecer las relaciones familiares y lograr una adecuada distribución de roles con equidad de género, donde la parcela se convierte en el espacio de trabajo y de convivencia entre esposas, esposos, hijos e hijas.
- Es manejada por la gente de la localidad y sus organizaciones
Cuando los técnicos se convierten en facilitadores del proceso, no son las organizaciones sino la gente la que desarrolla el liderazgo, y trabaja con su propia capacidad de recursos locales. «No es el apoyo material lo que necesita la gente, sino reforzar su capacidad de conocimiento, sus destrezas para resolver las cosas».
En el centro del proceso se encuentra la población campesina que con mucha responsabilidad y creatividad, están dispuestos a transformar su agricultura de acuerdo con los principios ecológicos y de sostenibilidad.
- Reconoce la necesidad de realizar acciones afirmativas para incorporar a las mujeres en la participación y toma de decisiones en todos los asuntos
Las actividades de la metodología de Campesino a Campesino impulsa y promueve la participación de la mujer con el fin de fortalecer autoestima y liderazgo dentro de su comunidad.
- Reconoce la desigualdad de género y actúa a favor de las relaciones equitativas entre hombres y mujeres
Esta es una realidad que se constata en las experiencias de implementación de la metodología de de Campesino a Campesino, la cual se convierte en un reto permanente en todo el proceso a fin de mejorar las relaciones de género.
- 80 por ciento de práctica, 20 por ciento de teoría
En la metodología de Campesino a Campesino se emplea 80 por ciento de práctica y 20 por ciento de teoría, aplicando un antiguo proverbio chino muy apropiado: “Lo que oigo lo olvido, lo que digo lo recuerdo, lo que hago lo sé.”
Las técnicas y técnicos son sencillos, amigables y con un trato horizontal frente a los campesinos y campesinas.
- Los técnicos y técnicas facilitan y las organizaciones apoyan
En la metodología de Campesino a Campesino, los técnicos y técnicas de las organizaciones de desarrollo facilitan los procesos de empoderamiento de la población campesina. En ese sentido, la organización tiene como prioridad el trabajo con campesinos y campesinas, y los dirigentes comunales otorgan la confianza y el protagonismo a campesinos promotores que vayan surgiendo.
- Acción - reflexión – acción
Otro de los principios de aprendizaje es el de acción, reflexión y acción: primero hago, luego reflexiono y después hago.
Este principio de la metodología de Campesino a Campesino está relacionado con el anterior, y consiste en aplicar los conocimientos existentes en la comunidad para resolver un determinado problema sentido.
- No depende ni se basa en el lenguaje escrito
Esta metodología puede usarse con personas que no manejan la lectura ni la escritura. Para ello se usan dinámicas, imágenes, dibujos, etc.
Si bien es cierto que la palabra convence, interesa que una técnica agroecológica se haya probado exitosamente en una parcela antes de ser difundida entre otros campesinos y campesinas.
- Usa el lenguaje e idioma locales
En general, se busca usar expresiones conocidas por la gente de la localidad.
- Práctica comprensible y armoniosa
Es preciso generar confianza y dinamismo en las actividades de Campesino a Campesino mediante el uso de herramientas de demostración, reflexión y animación.
- Busca ser un proceso de apropiación gradual y no es escolástica ni teórica
La metodología de Campesino a Campesino no es un modelo transmisor de conocimientos que es memorizado por campesinos y campesinas: parte de un proceso gradual que es apropiado por los propios pobladores y pobladoras.
- Aprovecha y refuerza los lazos de solidaridad
La difusión de la agricultura sostenible con la metodología de Campesino a Campesino promueve la solidaridad y reciprocidad entre indígenas y campesinos, incluyendo los hombres y mujeres; ya que se inscribe en un modelo de desarrollo entendido desde las personas y para las personas.
Elementos básicos de la metodología (PIDAASSA, 2006)
Las familias campesinas son protagonistas de la agricultura sostenible.
Realizan continuamente pruebas a pequeños pasos y experimentos agrícolas (experimentación campesina) en sus propios campos.
Se hallan en comunicación personal, en diálogo permanente y en una relación de intercambio con otros campesinos y campesinas.
Algunos se convierten en promotores, promotoras, multiplicadores y multiplicadoras, que sistematizan y organizan el intercambio sin abandonar su trabajo en el campo y la experimentación.
Los campesinos y las campesinas se organizan en grupos de iniciativa y de experimentación, para consolidar y mejorar su búsqueda de innovación y sostenibilidad.
Los técnicos y las organizaciones e instituciones se convierten en este proceso de la metodología de Campesino a Campesino en asistentes de la población campesina, y asumen tareas de asesoramiento y formación metodológica y técnica, de sistematización de experiencias y conocimientos, de apoyo y organización del intercambio y de diálogo, de los encuentros, talleres, estudio de los campos, etcétera.
A través de la equidad de la relación horizontal se promueve la equidad de género en las relaciones familiares y comunitarias.
La metodología de Campesino a Campesino no es sofisticada. En su mayor parte, las actividades son dominadas y manejadas por campesinos y campesinas, lo que nos asegura que es sencillo lograr su aplicación y funcionamiento. Son admirables los impactos que se puede lograr cuando ésta funciona en el mejoramiento de las parcelas con prácticas agroecológicas, y en la posibilidad de involucrar una gran parte de las comunidades y organizaciones campesinas.
La experiencia y el conocimiento acumulado en los intentos por lograr la aplicación de procesos de Campesino a Campesino nos advierten que, al igual que en la misma metodología, también en los procesos de aplicación es necesario tomar en cuenta una serie de consideraciones y pasos metodológicos para asegurar el éxito en la promoción de la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria.
Seis razones que motivan el éxito de la metodología de campesino a campesino (PIDAASSA, 2006).
- La apropiación del proceso por parte de campesinas y campesinos
Según la experiencia metodológica de Campesino a Campesino, el éxito de los movimientos productivos de mejoramiento agrícola radica en la capacidad de los agricultores y agricultoras para controlar las variables que operan en sus procesos de experimentación. Ésta es la primera razón: que los agricultores sepan qué cambios de los que realizan en sus sistemas productivos funcionan, y por qué.
- La movilización de los saberes campesinos
El diálogo entre similares, es decir entre agricultores que tienen un tema en común, genera procesos de autoestima. Aquí está la segunda razón: la movilización de los saberes campesinos locales, porque la gente se ve como parte de una búsqueda colectiva para mejorar sus fincas. El intercambio en el sitio —en las propias parcelas— revalora el trabajo que los agricultores invierten en los experimentos.
- La horizontalidad y la equidad de género
La tercera razón del éxito de este proceso es la horizontalidad del diálogo con equidad de género. La propuesta productiva llega desde un campesino o campesina que se diferencia “del nuevo” sólo por la práctica que ha experimentado; por eso es que se multiplica rápidamente: por la escasa o casi nula diferenciación entre campesinos y campesinas.
- El promotor y promotora como organizadores de prácticas sostenibles
Para ampliar y multiplicar los procesos de Campesino a Campesino no se necesita a los más capacitados, sino a los más motivados; no se requieren fincas especiales, sino más bien fincas comunes donde esté ocurriendo alguna práctica agroecológica; tampoco se necesita un grupo compacto de promotores y promotoras formados.
- Se genera una situación de innovación permanente
En la metodología de Campesino a Campesino, son los resultados en las parcelas y la combinación de estos con la motivación y el crecimiento de la autoestima los que generan en las comunidades una situación de innovación. Es un proceso en el cual se pone de moda la búsqueda permanente de algo nuevo.
- Las personas facilitadoras agregan valor a las experiencias locales
El papel de las personas facilitadoras es aportar valor agregado a las experiencias locales, supliendo sólo aquellos aspectos que efectivamente escapan a las líderesas, lideres, promotores y promotoras. Este papel lo deben cumplir profesionales con muy buena formación, expertos en procesos más que en contenidos y, sobre todo, con mucha sensibilidad social.
Actividades en la metodología (PIDAASSA, 2006).
El trabajo de promoción de la agricultura sostenible con la metodología «De Campesino a Campesino» implica la realización de distintas actividades y, en ellas, se emplean diferentes herramientas metodológicas. Estas actividades son un conjunto de tareas secuenciales, que permiten integrar desde el principio a la comunidad, a fin de sensibilizarla en el tema de agricultura sostenible y seguridad alimentaria, promoviendo la participación de la población campesina e indígena y esto para que identifiquen y den prioridad a sus principales problemas, buscando las soluciones basadas en sus propias capacidades y recursos. Estas actividades de la metodología de Campesino a Campesino buscan motivar a la población partiendo de sus necesidades más sentidas y tiene principios pedagógicos básicos a fin de lograr el empoderamiento de la población en su conjunto para la aplicación de la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria.
A continuación, se presenta una relación de las actividades más importantes en la metodología de Campesino a Campesino.
- Participación en reuniones y asambleas de la comunidad u organización de base
Promotores y promotoras (potenciales con apoyo de promotores más experimentados de comunidades vecinas) piden a las autoridades o dirigentes que se programe en las reuniones o asambleas los asuntos relacionados con la promoción de la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria, con la metodología de Campesino a Campesino.
- Coordinación con líderes o autoridades de la comunidad
Asimismo, se aprovecharán estas reuniones y asambleas para informar sobre los avances y resultados de las actividades de Campesino a Campesino. Promotores, promotoras y familias participantes, usarán las herramientas de animación, reflexión y didácticas que convengan para hacer interesantes, didácticas y agradables sus intervenciones. Es necesario mantener informada e involucrada a la comunidad, así como a sus líderes y autoridades.
- Diagnóstico participativo rápido (DPR)
Se trata de una actividad esencial en la fase inicial de un proceso de Campesino a Campesino para la promoción de la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria en una comunidad. Mediante los diagnósticos participativos rápidos (con consulta y apoyo de la comunidad u organización de base) se ubica el problema productivo prioritario y más sentido sobre el cual se puede comenzar a actuar con los propios recursos y capacidades de las familias en la comunidad. Además permite entender a las unidades productivas familiares en su conjunto, considerando las dimensiones agroecológica, económica, social y cultural.
Al cabo de algunos años de avances para lograr mejoras significativas en la superación del problema, es conveniente realizar un nuevo diagnóstico participativo para conocer el avance y para definir otra prioridad para trabajar. Recordemos que la validez del diagnóstico depende de la participación de mujeres y de hombres en una ambiente de respeto y de armonía.
- Inventario y selección de mejoras o “técnicas llave”
Se realizan a continuación del diagnóstico participativo rápido y consisten en hacer con los participantes y las participantes una lista de posibles soluciones o técnicas productivas que respondan al problema prioritario y sentido que resultó del diagnóstico. De las diferentes mejoras listadas, se selecciona una o algunas que respondan a una lista de criterios, muy importantes para que estas mejoras existan. Estos criterios son: rápido impacto, corresponden bien al problema, sencillas, demandan poco esfuerzo, tienen bajo costo, son aceptables, ya se han probado con éxito y es posible conocerlas como experiencias concretas.
Los intercambios consisten en la preparación y realización de visitas entre comunidades para conocer de primera mano, y en la práctica, las experiencias de mejoras o “técnicas llaves” que están aplicando promotores y que permitirán motivar a otras campesinas y campesinos para su aplicación en sus parcelas.
Los intercambios requieren una buena preparación, y generalmente son de “ida y vuelta”, lo que refuerza la reciprocidad y el tejido de cooperación entre comunidades y personas involucradas.
Las visitas de intercambio terminan en actas de compromiso para probar las mejoras o técnicas conocidas y así asegurar resultados concretos. Además, los intercambios son una actividad frecuente, para convocar a nuevos interesados y seguir motivando la prueba de mejoras. Sin su realización, los procesos de Campesino a Campesino perderán fuerza y dinamismo.
- Experimentación campesina
Esta actividad consiste en la prueba de las mejoras y técnicas conocidas en los intercambios y también en los días de campo. Se realizan en la comunidad, para hacer conocer las técnicas nuevas y mejoradas, logradas dentro de ella. La experimentación campesina se realiza en pequeña escala y de manera sencilla, y a lo mejor sólo se usan hojas de registro sobre datos básicos. En la experimentación de una determinada mejora o técnica se realizan reuniones y visitas de grupo para apoyarse mutuamente y para, posteriormente, compartir los resultados en días de campo para los demás miembros de la comunidad y sus alrededores.
- Visitas y días de campo en la comunidad
Éstos se realizan para difundir, compartir y practicar las experiencias y mejoras logradas a partir de los intercambios y de la experimentación campesina, si estas experiencias y mejoras responden al problema prioritario y sentido, se logra motivar e involucrar también a aquellas familias que aún no han participado.
Los días de campo son tan participativos, didácticos, dinámicos y bien preparados como las visitas de intercambio. Los días y visitas de campo también se realizan con cierta frecuencia para mantener la dinámica del proceso.
- La identificación de promotores y promotoras
Es una actividad que se realiza una vez que el proceso dentro de la comunidad haya dado lugar al surgimiento de personas comprometidas con las diferentes actividades de la metodología, quienes las estén realizando con más entusiasmo, compromiso y éxito y, además, a quienes les guste compartir experiencias. A las personas seleccionadas se les consulta su predisposición e interés para comprometerse como promotores y promotoras de la comunidad, y para formarse en talleres metodológicos.
Se realizan para la formación y perfeccionamiento de promotores, promotoras y facilitadores. Estos talleres, prácticos y muy didácticos, se adaptan sobre todo a los primeros y tienen una duración de dos a tres días. Son impartidos por especialistas en el tema o por facilitadores experimentados. Generalmente, con unos cuatro a cinco talleres realizados gradualmente—según el nivel de conocimiento y avance en el uso concreto de la metodología—, los participantes y las participantes, luego de un año y medio, la conocen y manejan bien. En todos los talleres se practicarán las actividades y herramientas. Además, se conocerán las bases conceptuales y teóricas de la metodología, de la agricultura sostenible, de seguridad alimentaria y del enfoque de género. Con relación a esto último, se busca una participación equitativa de mujeres y hombres y una adecuación de los contenidos, así como la posibilidad de participación y desarrollo personal.
- Coordinación entre promotoras, promotores facilitadores y facilitadotas
Las actividades de coordinación entre estos dos actores comprenden (en consulta con la comunidad y la organización de apoyo) la planificación anual de las actividades, así como la programación del apoyo que necesitan promotores y promotoras para su trabajo.
- Encuentros de promotores y promotoras
Se realizan generalmente en una región o país, y constituyen un espacio propio de promotores y promotoras para sentirse articulados y unidos en el mismo esfuerzo. En ellos presentan sus avances y dificultades y plantean sus retos y propuestas para su propio avance y desarrollo de sus comunidades y hacia las organizaciones de apoyo. Además, un encuentro de promotores y promotoras generalmente sirve para conocer en el lugar mismo una experiencia o proceso ejemplar logrado con la metodología de Campesino a Campesino y, por lo general, también sirven para reforzar identidad cultural y la identidad con la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria.
Consisten en la permanencia por una semana o más de un promotor o una promotora en un lugar distante y con una familia que tiene experiencias importantes para la comunidad (es difícil hacer una visita de este tipo a través de un intercambio). Durante este periodo, y en convivencia y trabajo con la familia y contacto con otras familias y líderes de la comunidad donde se realiza la pasantía, promotores y promotoras conocerán a fondo estas experiencias.
Herramientas que utiliza un promotor «de campesino a campesino» (PIDAASSA, 2006).
La herramienta que todo promotor o promotora debe manejar sin falta es su propia parcela. Hay un dicho muy claro que dice: «La palabra convence, pero el ejemplo arrastra». Sin el respaldo de buenas experiencias en la mejora que se promueve (técnica o mejora “llave”), un promotor o una promotora tiene pocas posibilidades de convencer y hacer participar a la gente, porque lo que dice parecerá muy teórico y sin fuerza. Está demás recordar que la parcela familiar de promotores y promotoras en general debe ser buena y ejemplar, en el sentido de que en ella se busca una agricultura sostenible, la seguridad alimentaria y una buena relación entre los miembros de la familia y con la comunidad.
Son reflexiones que comparte el promotor con los visitantes, sobre su experiencia vivida en la aplicación de mejoras o soluciones agroecológicas en su parcela y que han permitido una mejora de la calidad de vida de su familia y la comunidad. Es importante resaltar las condiciones previas al inicio del proceso y los impactos rápidos que se han logrado con la apropiación del enfoque de agricultura sostenible y seguridad alimentaria.
- Las demostraciones didácticas
Se trata de un tipo de herramienta que de manera visual y práctica demuestra, hace entender y lleva a la reflexión sobre un problema o una mejora. Junto a una demostración didáctica, por lo general se dan más explicaciones y se intercambian ideas. Muchas veces la demostración didáctica convence a los observadores de usar una técnica o mejora.
Consiste en una representación teatral para presentar situaciones problemáticas, ideas que facilita la re- flexión y toma de posición para explicar temas complicados y para motivar y mostrar sentimientos, o para otorgar voz y acción a los componentes de la producción, como la tierra, las plantas, los animalitos del suelo y otros. Son un medio sencillo de motivación de las personas y no requieren muchos materiales; en todo caso, el mejor recurso es la imaginación de las personas alrededor del tema central que se va a tratar o explicar.
Como su nombre lo indica, las dinámicas de animación son para mejorar el ánimo de las personas en talleres o reuniones. También ayudan a reflexionar y entender mejor algunos temas, ya sea en forma cómica o mediante “juegos”, a los que llamamos dinámicas grupales.
Las fotografías son un medio sencillo y barato de hacer presentaciones y animar a grupos pequeños; es el medio ideal para ilustrar resultados en los intercambios de experiencia o en la experimentación campesina. Las fotos ampliadas, pegadas a un papel tamaño carta y enfundadas en plástico, se convierten en una de las principales herramientas de muchos promotores. Así, ellos o ellas llevan la experiencia de su parcela y su experimentación en la mochila, para mostrarla en el momento oportuno.
Las fotos se convierten en un testimonio de los logros en los cultivos o crianza de animales; por ejemplo, el vigor de una planta con el uso de una determinada práctica quedará siempre apreciable, aunque la planta ya no exista.
Los dibujos permiten expresar muchas ideas y mensajes sin necesidad de escribir mucho; un dibujo puede decir tanto que muchas palabras no lograrían expresar lo que contiene.
Son dibujos y croquis que permiten presentar a la unidad familiar con sus áreas de cultivo, ubicación de la casa, instalaciones, caminos, etcétera. También se puede usar para presentar a la comunidad la ubicación de diferentes sectores: ríos, arroyos, área de bosque, campos de cultivo, pastizales, etcétera. Asimismo, para mostrar cambios en el uso de técnicas o mejoras agroecológicas: dibujos de cómo era antes, cómo es actualmente y cómo será a futuro con las mejoras que se van a poner en práctica. En los intercambios de experiencia, son una herramienta indispensable que permite a los visitantes un contacto o información general de la experiencia que se está visitando, y en ellos puede señalarse el recorrido que se va a realizar y los puntos que se visitarán.
Es otra herramienta que permite promocionar la agricultura sostenible y seguridad alimentaria. Pueden usarse en diferentes oportunidades; por ejemplo, durante los intermedios de reuniones o encuentros, y en los talleres, donde además de amenizar permiten transmitir importantes mensajes. En muchos casos se ha adecuado la letra a canciones conocidas y de mucha aceptación; pero también hay personas que tienen la capacidad de crear la música y letra con contenidos sobre la realidad campesina, la agricultura y las mejoras que es posible lograr.
- Cuadros de comparación, análisis y priorización
Permiten el análisis participativo y el establecimiento de prioridades acerca de los problemas que pueden ser enfrentados por las familias de la comunidad y, además, identificar y seleccionar las mejoras alternativas al alcance, funcionales y de rápido impacto. En el capítulo cuatro del libro se presentan estos cuadros como importantes herramientas para los diagnósticos participativos rápidos y para el inventario y selección de mejoras “llave”. Son sencillos de entender para los participantes y las participantes de una comunidad, ayudan a la reflexión y al debate, y conducen a lograr resultados objetivos. Para el uso de estos cuadros, se contará con el apoyo de facilitadores, facilitadoras, promotores o promotoras con experiencia en el manejo de la metodología y la temática de agricultura sostenible y seguridad alimentaria.
- Memorias de intercambios, talleres y encuentros
Estos documentos son herramientas para la ayuda de memoria de los participantes y las participantes de un intercambio, taller o encuentro y también sirven como material informativo y de motivación para los involucrados e involucradas que no pudieron asistir. Las memorias contienen gráficos, fotografías y textos no muy recargados. Es necesario considerar que el público que usa esta herramienta requiere un material de fácil entendimiento. La elaboración de las memorias generalmente es tarea de los facilitadores y facilitadoras.
- Exhibición de semillas / productos / materiales
Esta es una herramienta que se usa en los intercambios de experiencias y en los encuentros regionales de promotores y promotoras. Tanto a visitantes y a visitados como a promotores y promotoras de las diferentes zonas y comunidades les gusta presentar sus productos, selecciones de semillas y materiales didácticos e informativos. Si bien esto resulta muy interesante y motivador y fomenta el acercamiento y aprecio entre campesinos y campesinas, requiere también preparación en el sentido de que se trate realmente de muestras que interesen y que puedan presentarse adecuadamente (mesas, manteles o cubiertas, letreros, etcétera). Además, se planificará el momento de las exhibiciones, de manera que no distraiga el programa o lo altere.
Generalmente, se obsequian o intercambian las muestras, sin comercio de por medio, lo que permite ver que lo más importante es para qué nos sirve lo que producimos y no cuanto vale en el mercado.
- Los materiales audiovisuales
No son herramientas indispensables, pues en la metodología de Campesino a Campesino se trabaja con los recursos realmente al alcance de promotores y promotoras. El conjunto de las herramientas aquí presentadas da una idea que esto es posible, sin crear mucha dependencia hacia las instituciones y actores externos a la comunidad. No siempre existen los equipos para la presentación o proyección de materiales audiovisuales, por lo tanto se usan más para talleres de capacitación de promotores, promotoras, facilitadores y facilitadoras. Se entiende que lo videos o presentaciones digitales contienen contenidos metodológicos y sobre agricultura sostenible y seguridad alimentaria.
Los programas radiales también constituyen una herramienta opcional a la que no resulta fácil tener acceso, pero en caso que así fuera, pueden ser un medio muy eficaz para respaldar el trabajo de comunidades, promotores y promotoras para lograr una buena información, convocatoria y motivación de participación.
Para la edición de los programas (e.g.,, una hora semanal en la radio local) se centrará en el protagonismo y los testimonios campesinos y no en la labor de la organización de apoyo. Generalmente en estos programas se combina lo informativo, realzado con las manifestaciones de la cultura campesina; por ejemplo con las grabaciones de canciones y poemas presentados en los intercambios y encuentros «De Campesino a Campesino».
Actividades según la metodología de Campesino a Campesino (PIDAASSA, 2006)
- Acercamiento y convocatoria a la comunidad
Las maneras de relación o acercamiento pueden ser diversas considerando las situaciones de contexto y las características de la población campesina. Aunque no se puede esperar que todas las familias de la comunidad vayan a involucrarse desde un inicio, el énfasis debe ponerse en trabajar conjuntamente con hombres y mujeres propiciando su participación. La motivación debe partir de los problemas y necesidades sentidas a partir de un Diagnostico Participativo Rápido (DPR), que permita encontrar un conjunto de posibilidades sencillas, concretas, baratas y rápidas, para lograr mejoras en la producción agrícola.
De hecho, los más inquietos aportarán más al proceso, pero lo recomendable es incorporar a más familias con el fin de que se sientan consultadas. Para lograr esto, se tomará contacto con las autoridades y líderes de la comunidad u organización, a fin de presentar en una reunión o asamblea comunal la posibilidad de realizar un DPR de la comunidad.
La toma de contacto con las autoridades será realizada por un promotor o una promotora de la comunidad o de una comunidad cercana, que contará con el apoyo del facilitador o facilitadora.
- Diagnóstico participativo rápido
En la presentación del DPR se debe tomar en cuenta que es conveniente lograr que en la reunión o la asamblea comunal se forme un grupo de trabajo o equipo de la comunidad (ocho a diez personas), conformado por miembros de la comunidad que la asamblea considere los más conocedores y asegurando la presencia de una proporción equilibrada de hombres y mujeres con estas características. En el momento de la realización del diagnóstico debe asegurarse la presencia de todo este grupo comisionado. Con ese fin, deben observarse los impedimentos debidos a otras obligaciones. En este sentido, debe considerarse especialmente la situación de las mujeres, sin cuya presencia el diagnóstico tiene poca validez. Para asegurar una participación comprometida, es necesario considerar las horas adecuadas para no cruzarse con las obligaciones y tareas importantes de las familias, con los animales y en la producción. Además, es necesario tomar en cuenta, entre otras cosas, el tiempo generado por las distancias que es necesario recorrer. En todo caso, es más conveniente realizar el DPR en tres partes de corta duración (de tres a cuatro horas), y en tres diferentes días para realizar lo siguiente:
Primera parte: aclaración de los detalles de la realización y de la preparación, así como definición de los aspectos que se van a diagnosticar y selección de la muestra de Unidades Productivas Familiares (UPF) por diagnosticar. Se sugiere de dos a tres familias.
Segunda parte: visita de las UPF para la realización de las entrevistas y observaciones y sistematización ordenada de la información obtenida.
Tercera parte: establecimiento de prioridades de los problemas encontrados.
Los detalles de las actividades planteadas se explican a continuación:
- El diagnóstico rápido para la ubicación y reflexión acerca de los problemas que hay que enfrentar
Para el inicio de un proceso de promoción de Campesino a Campesino, el DPR tiene como propósito principal identificar los problemas de una comunidad y establecer prioridades. Usando una comparación simple, es como encontrar los “puntos de entrada” para colocar una palanca debajo de una o dos “piedras claves” (problemas). Se espera que, al comenzar a rodar, suelten y arrastren las demás piedras. Seguramente en una comunidad existen muchas otras “piedras” que las de la parte productiva (salud, educación, infraestructura, comercialización, etcétera), pero la metodología de Campesino a Campesino se orienta a lo que está más al alcance y resulta más factible de mejorar, y en aquello en lo que las familias campesinas tengan mayor conocimiento, habilidades y motivación, lo que generalmente está referido a la parte productiva en las fincas o en las unidades familiares.
La experiencia ha probado que cuando las familias campesinas se hayan apoderado del conocimiento y la capacidad de “palanquear piedras” en un campo, poco a poco también podrán palanquearlas en otros campos. Por ello, un empleo bueno y sistemático de la metodología de Campesino a Campesino generalmente conduce a procesos de desarrollo local más amplios.
Por lo tanto, el DPR que se va a emplear no requiere tener claro todos los aspectos o problemas potenciales de la comunidad: eso no es necesario debido al tiempo y eventualmente a la poca costumbre de los participantes. Sin embargo, el diagnóstico considera varias dimensiones de la sostenibilidad (ecológica, social, económica y cultural) y es visto desde la perspectiva de mujeres y varones.
Una consideración sobre el DPR es que si bien lo principal radica en la ubicación del punto de entrada, éste tiene otros propósitos complementarios igualmente relevantes: el de la consulta e inclusión al proceso del conjunto de la comunidad, como ya se señaló en el punto anterior, y en despertar el interés por la solución del problema a enfrentar con las mejoras a promover.
- Determinación de los aspectos que hay que diagnosticar
Como ya se vio cuando tocamos el punto del diagnóstico, se considerarán aspectos de las dimensiones de la sostenibilidad, pues se intenta promover una agricultura sostenible que busca, más que un impacto de mejoramiento ambiental o ecológico, un impacto en la producción. Metodológicamente, resulta útil que los participantes y las participantes del diagnóstico (mediante la técnica de la lluvia de ideas o trabajo en grupos) busquen determinar estos aspectos, y que luego facilitadores y facilitadoras revisen con los participantes los aspectos importantes que podrían faltar.
A continuación se presenta un esquema desde una perspectiva de sostenibilidad que debería incluirse, pero según la situación y el contexto éstos podrían variar en algo. Una consideración importante es no hacer listas muy largas en cada dimensión; de lo contrario, el DPR se vuelve cansado y difuso.
Dimensión agroecológica
✦ Tipo de suelos y su capacidad productiva.
✦ Estado y manejo de la fertilidad orgánica de los suelos.
✦ Capacidad de retención y regulación de humedad de los suelos.
✦ Diversidad de cultivos y su complementariedad entre ellos.
✦ Estado de cultivos y animales; niveles de producción (aceptables/pobres).
✦ Nivel de complementariedad entre cultivos y animales.
✦ Manejo del suelo (cuidadoso, erosión).
✦ Situación de equilibrio (plagas, enfermedades, hierbas).
✦ Situación de la Aplicación de Técnicas y prácticas (agroecológicamente favorables o desfavorables).
Dimensión social
✦ Rol de hombres y mujeres en el proceso productivo y en la familia.
✦ Relación y vocación de la familia con su trabajo.
✦ Situación del aporte del sistema a la salud y bienestar social (unidad) y psicológico de la familia.
✦ Seguridad y calidad alimentaria.
✦ Situación de la carga de trabajo (manejable, adecuadamente distribuida ente miembros de la familia).
✦ Participación de los diferentes miembros de la familia en las decisiones, aporte al trabajo y beneficios del sistema.
✦ Intereses y necesidades de cada uno en la familia.
✦ Nivel de Participación en la comunidad y organización, y reconocimiento dentro de ella.
✦ Nivel de Participación e identificación de niños, niñas y jóvenes.
Dimensión económica
✦ Grado de eficiencia del sistema en la cobertura de las necesidades básicas (salud, alimentación, vivienda, educación).
✦ Disponibilidad y seguridad de recursos para una agricultura sostenible (tierra, agua, clima infraestructura, equipo, animales, mano de obra, conocimientos productivos, demanda).
✦ Eficiencia del aprovechamiento de los recursos de la unidad productiva familiar.
✦ Nivel de riesgos y dependencia económica que los rubros productivos tienen.
✦ Nivel de riesgos mediante diversificación y multiuso.
✦ Relación con el mercado y comercialización (ventajosa/desventajosa).
✦ Cobertura y ventajas con producción para propio uso (ejemplo, leña, materiales de construcción, abonos, alimentos, etcétera).
✦ Capacidad de previsión y ahorro (semillas, animales, alimentos, necesidades imprevistas).
✦ Nivel de valoración o deterioro la Unidad Productiva Familiar (UPF).
Dimensión cultural
✦ Nivel de conocimiento, aplicación y valoración del conocimiento tradicional/ancestral (agricultura, salud, cosmovisión).
✦ Nivel de conocimientos y conciencia de la situación y problemática que afecta a familia y comunidad.
✦ Nivel de conocimientos y cultura general en relación al promedio en el área rural.
✦ Nivel de información de la vida de la comunidad y el país.
✦ Grado de inquietud por conocer, descubrir e innovar.
✦ Tipo y grado de valores (urbanos o rurales/sociales/ambientales).
✦ Habilidades y gustos de recreación.
✦ Tipo de prácticas sociales solidarias (ayni, minka, mano vuelta, faenas, otros).
- La recopilación de la información: visita a las parcelas
Luego de haber definido y discutido los aspectos que se van a diagnosticar, se visitará con los participantes y las participantes dos o tres Unidades productivas familiares (UPF) que deben ser una muestra representativa de la situación de los participantes de la comunidad o zona. Previamente debe haberse asegurado que las familias de las UPF que van a ser visitadas estén presentes y dispuestas a posibilitar el DPR. También es importante contar con la participación de los diferentes miembros de la familia (la pareja, los jóvenes y las jóvenes que participan en la UPF). Se entiende por Unidad productiva familiar al conjunto de terrenos aprovechados total o parcialmente para la producción agropecuaria.
Para obtener la información requerida, se puede dividir a los participantes en dos grupos para los recorridos y entrevistas: uno atendido por la mujer y otro por el hombre. Dentro de cada grupo, se puede dividir el trabajo por grupos de aspectos (dimensiones). La información se obtendrá tanto por preguntas, por la información que dan los anfitriones en sus explicaciones, como por observación. Es recomendable que cada grupo tenga un moderador o una moderadora que anime y modere las preguntas de manera ordenada, cuidando de no olvidar algunos aspectos, evitando que se comience a discutir y dar recomendaciones y ayudando a evitar la dispersión y los diálogos por separado.
Es muy recomendable aprovechar el recorrido por los campos y las demostraciones de los anfitriones, porque es aquí donde tienen más seguridad y soltura. Pararse o sentarse debajo de un árbol o delante de la casa generalmente no permite una adecuada fluidez por lo que se recomienda en todo momento observar un trato de respeto e interés. Las experiencias que se tienen prueban que eso genera una actitud muy favorable, y mayormente los anfitriones se sienten muy agradecidos por el interés y las preocupaciones de los participantes en su caso.
- Sistematización de la información
Regresando del campo se sistematizará en el taller la información. Ello se podrá hacer trabajando en grupos por dimensiones (agroecológica, social, económica y cultural), que serán conformados por los participantes y las participantes encargados de levantar la información sobre estas dimensiones, juntando los grupos que han sido atendidos por los diferentes integrantes de la familia (marido, mujer, jóvenes). Los grupos se ayudarán a recordar y completar la información, usando el esquema de los aspectos trabajados antes de salir al campo. Es preciso observar que las formulaciones sean cuidadosas, para que los integrantes de las familias visitadas no se sientan desmoralizados. El facilitador o facilitadora apoyará a los grupos en los momentos en que lo necesiten. Luego, se compartirá la información con el conjunto de los participantes y, en lo posible, se dará la oportunidad para que las familias visitadas den sus aclaraciones y hagan las correcciones necesarias.
- Análisis y discusión de la información y definición del problema que se va a enfrentar
En esta parte del DPR se define la relación que existe entre los problemas más importantes en cada dimensión (agroecológica, social, económica y cultural), se establecen prioridades y, luego, analizando la relación entre los principales problemas tecnológicos y productivos (agroecológicos) con los problemas sociales, económicos y culturales, se ubica el problema tecnológico y productivo más importante sobre el que se debe actuar, aplicando mejoras o soluciones. Naturalmente, no se podrán solucionar todas las dificultades a la vez, pues eso traería confusiones y desaliento a las familias. Por lo tanto, es necesario empezar por aquella dificultad más sentida e importante, para así encontrar el “punto de entrada” al proceso.
El hecho que se dé prioridad sólo a uno o dos problemas no implica que se dejen los demás de lado. Es necesario limitar los principios de gradualidad y focalización —que son básicos para concentrar atención y energías—, para después, poco a poco, ir tratando los demás. Además, muchas de las factibles mejoras irán impactando no sólo sobre un problema agroecológico sino sobre otros a la vez, así como en varios de los problemas económicos, sociales y culturales, si en el DPR se interrelacionan con los agroecológicos.
Luego, con el tiempo, cuando un proceso haya despegado y adquiera dinámica por sí mismo, se trabajará simultáneamente sobre varios problemas. Esto no es siempre fácil de entender para los participantes o la comunidad, por lo tanto es pertinente poner énfasis en ello. Escribir el siguiente dicho popular visualizado en un papelógrafo o tarjeta grande puede ser de gran ayuda: “El que mucho abarca poco aprieta”
- Elaboración participativa de posibles mejoras
Luego de ubicar el problema o el “punto de entrada”, toca encontrar las mejores prácticas o técnicas para su solución. Esta parte es crucial para lograr que el proceso despegue exitosamente. Como ya se señaló, se quiere lograr un “efecto palanca” que genere una dinámica de arrastre. Para ello, las posibles mejoras a conocer y probar deben “dar en el clavo”. El inventario y selección de las posibles mejoras se hará a más tardar al día o a la semana siguiente del DPR, para aprovechar la curiosidad de los y las participantes por saber cómo enfrentar el problema prioritario; para su realización se requiere unas cuatro horas.
Para identificar las posibles mejoras, primero se hará un inventario de experiencias y luego se elegirán las más indicadas. Con relación a este inventario, no se trata de mejoras desarrolladas a partir de investigaciones formales o en parcelas demostrativas institucionales, sino de experiencias probadas y aplicadas en la realidad de la pequeña agricultura familiar, en condiciones similares a las de la comunidad donde se realizó el DPR. A lo mejor, los promotores y promotoras que aplican la metodología de Campesino a Campesino también las conocen.
Antes del inventario, el facilitador o la facilitadora aclarará que debe tratarse de técnicas realmente eficaces para enfrentar el problema identificado.
Se entiende como Técnica Llave a una solución que resuelve un problema que además permite resolver otros problemas identificados.
Por ejemplo, si se identifica como un problema las altas tasas de desnutrición en las familias; ello puede ser causado, entre otros factores, por una baja producción de alimentos, debido a la erosión de las tierras. Esto se puede solucionar, dependiendo de la zona de trabajo, con una técnica que permita una mayor conservación de suelo, por ejemplo la aplicación de abonos orgánicos, que será en este caso la técnica llave.
- Definiciones y compromisos para conocer las posibles soluciones
En el último paso de las actividades para ubicar los puntos de entrada involucrando a la comunidad, facilitadores y facilitadoras podrán medir si su trabajo de facilitación del DPR y su definición de las técnicas “llaves” han generado la motivación necesaria para que los y las participantes quieran seguir adelante. En esta parte, el personal que facilita plantea realizar un intercambio entre campesinos y campesinas, que se iniciará con visitas a la comunidad, para exponer la técnica identificada. Para ello, se señalarán y definirán los siguientes aspectos:
✦ Lugar de la comunidad y experiencia (o alternativa).
✦ Tiempo requerido para la visita de intercambio (visitas y viaje).
✦ Líderes de la comunidad que apoyan en la preparación del intercambio.
✦ Aportes de la comunidad o participantes (por ejemplo, comida para el camino, semillas para intercambiar).
✦ Aportes de la organización (por ejemplo, transporte).
✦ Número de participantes.
Finalmente, se registrarán los compromisos de participar y probar la técnica que se va a conocer. En caso de mucha demanda, se pueden formar grupos por vecindades para que éstos se pongan de acuerdo sobre quiénes participarán en el intercambio de experiencias. No debe olvidarse de compartir del proceso con las asambleas comunales.